Por Ashley Pérez García
más de un siglo de abuso
ha creado en mí una niña
triste, la fabricación de esta persona
puede más que yo
la contradicción inherente de su existencia
me desploma y me resiste
y tan necesaria la resistencia,
qué mucho cansa.
qué mucho pesa.
qué fuertes son los golpes, y no sé
de qué valen troncos por piernas cuando están desarraigados.
llevo la maldad hasta en mi nombre y nombrando
desgastadas las pupilas, sin resorte
me allano en el polvo de mi matre, de mi cuarto
si tan solo la claridad fuese un fenómeno innato
yo siempre duermo, pero ¿hasta cuándo y hasta cuánto?