de Félix Meléndez
emigrando de pequeñas ciudades,
la vuelta, tal vez, de ser el extranjero,
incorruptible asedio de las voces,
en tránsito fluvial de la vieja esquina
estrenada, de felinos.
hoy, que ausculto
(panóptico de miedos)
legitimidades ausentes,
confirmo mi sospecha de pasado antropológico.
Hoy me mudaron el país
sin advertirme.
Mas sin embargo estas formas
hermánanme al abismo.
¿a cuál de las nostalgias acudo
que resulte novedosa?
emigrado de pequeños mundos, relegado
en mí, el filtro de las llaves
que se quedan.
de la letra de una casa sin nadie,
llevándome el murmullo
necesario de existencia.