de Félix Meléndez
noche de camas huérfanas
anzuelo herido,
pacto la espera
ahora digo otro y me espeja,
se afantasma mi entonces
por cuanto sabe doblar las paredes
de la casa,
si hoy me abandona,
donde huella la puerta,
hacia cuan destino entrópico,
es la lluvia o los puentes,
noche de aves ciegas
que cantan a la sombra
por la que no aparece
de silueta y espacios,
se hacen abismos,
se avanza en la intrincada
se comune la sequía
los momentos en la huida
abren sendas a la nostalgia,
de los balcones se escapa el mundo,
noche de hambre ausente
de de-cierto que asecha,
titiritando tanto atento
tan triste el tiemblo
como las hondas
que florecen esfera
al aprender el infinito,
la violencia aguarda
en los abismos
despertados pasos,
mas no mana la mañana
aunque el asombro se columpie
en los cometas
es la semilla ensombrecida,
el temor a la hora del iris
en el rostro,
la virtud de la deuda en el abrazo
la brújula marca el vórtice
hacia él mis ventanas,
ojos que penden de un arpegio