de Kenneth Cumba
cualquier huracán es su jornada
su misión los puentes
debajo de la risa
carear las luces con su lazo
que desmiente los alientos
que como siempre llueve
y los relámpagos
en la ventana sucia
suelen ser los de la historia
y se abalanza entre columpios
o remolca las estufas por el piso
entreabierto de su boca
de su desierto de siesta
su sed de suela firme
depositada sobre el labio
o se proclama superhéroe
y se encarama a la tierra hasta que inventa
por la arena que queda en sus sandalias
un amor que se sabe insostenible
que obtiene de las olas que lo aclaman
cuando la tarde muere
y adolido entre las costas de su ombligo
saber que el mar aquí
también
ha venido a desangrarse
