de Félix Meléndez
Para un colosal silencio,
minuto que no existe,
escuchar llover desde la ventana
(esa trampa doble del espejo)
como si de pronto
cada letra te abandona,
escuchar llover al futuro
a un suplicio sutil de ecos cansados
Arriesgarse a abrir sombrillas en las fiestas,
soñar estar en cualquier
otro lado
dela isla
donde sea yo el agua y en ti fluya
Que ansiedad de espesura
que se me hace esfera
fracasa en la mímesis de la entropía
¿cómo llegar si me hundo
a los recónditos espacios
en este ahora sin fronteras?